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¿CÓMO PUEDEN EL DIAFRAGMA Y LA MUSCULATURA DEL SUELO PELVICO AFECTAR EN LA SALUD DE TU COLUMNA?

Para entender mejor la relación que existe entre el diafragma, el suelo pélvico y la columna vertebral, es necesario describir la anatomía de la cavidad abdominal. Como se puede ver en la imagen, la cavidad abdominal está delimitada por la parte anterior y lateral con la pared abdominal, la columna lumbar se sitúa en la parte de atrás, el diafragma es el techo de esta cavidad y por último el suelo pélvico, como su propio nombre lo indica, es el suelo o la base de dicha cavidad.

Por lo tanto, cuando hablamos de la columna vertebral, no podemos olvidarnos de estas estructuras. Cuando se producen distintas actividades y movimientos en nuestro cuerpo, tanto la musculatura lumbar, la musculatura abdominal, el diafragma y el suelo pélvico se ven obligados a trabajar de forma conjunta.

El diafragma es el músculo más importante de la respiración. Cuando inhalamos aire, el diafragma se contrae hacia abajo y las costillas se expanden para que el aire entre a los pulmones. Al mismo tiempo, empuja el contenido visceral hacia el suelo pélvico, con que éste, tiene que activarse con la tensión suficiente para soportar la presión.

Pero no siempre es así, cuando hay limitación del movimiento del diafragma, la musculatura del suelo pélvico sufre la misma disfunción. Es decir, se convierten en músculos inefectivos y su debilidad puede llegar a causar incontinencias y dolor pélvico. Así mismo, la disfunción del diafragma hace que la musculatura cervical y toraco-lumbar se active de forma inapropiada para activar la respiración forzada (escalenos, trapecios, multifidos…) creando así, dolor en la columna vertebral.

Para el diagnóstico de esta disfunción, es recomendable ponerse en contacto con un fisioterapeuta para valorar la activación y control motor de cada musculatura, contrastando con la sintomatología de cada persona. Se puede hacer una valoración manual o electromiográfica, es decir, medir con precisión y por señal eléctrica la activación de dicha musculatura.

El tratamiento está basado en la terapia activa. Es decir, en la reeducación de la activación y el control motor de estos músculos, sin olvidarnos de aliviar la sintomatología producida en la columna. Últimamente, todos hemos oído hablar de los hipopresivos, que tienen como función fortalecer la musculatura estabilizadora de la columna vertebral. Aunque los estudios demuestren que es un tratamiento muy efectivo y está dirigido a este tipo de disfunciones, los recientes estudios confirman que ante todo es importante hacer una valoración individual y empezar por corregir posturas o tensiones que mantenemos a lo largo de nuestra vida antes de empezar con este tipo de ejercicios.

Aunque solo le demos importancia a esta musculatura cuando la respiración está alterada y relacionamos el suelo pélvico solo con el embarazo y postparto, no es así. El dolor de espalda no solo se produce cuando hay una patología en la columna, sino que puede estar derivado de otras zonas.

Por lo tanto, si sufres dolor de columna o llevas muchos años con problemas musculoesqueléticos es recomendable acercarte a un profesional para valorar y poder hacer un diagnóstico completo de la patología. No esperes a sufrir más o que la causa de tu dolencia sea una alteración estructural solo identificable mediante imágenes. Los profesionales de las clínicas de espalda de Athlon podemos ayudarte a identificar y tratar el dolor.

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